jueves, 21 de marzo de 2013
ERROR Y CONFUSION PEDIMOS DISCULPAS A LUZ GABAS
Hola chicas, hemos cometido un error al escribir nuestra carta trimestral, el día 11 de Mayo día en que se celebra un encuentro de clubes de lectura, al cual estamos invitados los de Calamocha, pusimos, porque teníamos entendido que así seria,que Luz Gabas autora de Palmeras en la Nieve, asistiría, ayer, fuentes directamente relacionadas con ella, nos confirmaron que no sera así, si, asistirá a Monreal,ero en otras fechas.Si, asistirán otros autores, los cuales confirmaremos cuando nos envíen el programa de actos. perdón por la confusión.
lunes, 18 de marzo de 2013
teatro wilt
SÁBADO DE TEATRO
Día 16 de Marzo, a las 18,30 en el Teatro Principal de Zaragoza, fuimos como ya habíamos planeado unas treinta personas a disfrutar de una tarde de teatro. Se representaba la obra Wilt, escrita por Tom Sharpe. Se trata de una comedia, que entrelaza elementos tan disparatados como un profesor de literatura, su esposa desaparecida, una muñeca hinchable enterrada en hormigón una delirante investigación policial y muchas situaciones surrealistas, en una historia trepidante y divertida." Miente para que te crean", esa es la moraleja que el autor quiso hacernos reflexionar en esta obra y a veces " es la única manera".Los actores excelentes y una fantástica Ana Millan ( Camera café) . un elenco de lujo para unos espectadores ansiosos de reír,y disfrutar de un buen espectáculo Pero cual fue nuestra sorpresa al ver en el café del teatro, mientras tomábamos un café ¡¡¡tanta espectacion¡¡¡, macaras fotógrafos, libros, gente corriendo, riendo, en fin, allí estaba el autor Tom Sharpe, ya, muy mayor, sentado en una silla de ruedas, muy muy grande casi dos metros de hombre y genialidad, sonreía amablemente y no se molestaba por la gran aglomeración y espectacion que despertaba.Total que le pedimos por favor si nos podíamos hacer una foto y por supuesto asintió le dimos las gracias con nuestro, muy esmirriado ingles y nos dirigimos a disfrutar de Wilt.
Al salir, nos fuimos a tomar unas cañitas al Tubo y nos volvimos a casa con una sonrisa en la boca ¡¡¡ que no esta nada, nada, mal¡¡¡¡.
lunes, 11 de marzo de 2013
DE TEXTO EN TEXTO POR EL DIA DEL LIBRO
El taller de escritura que imparte Toni Tello, nos ha
permitido conocer a escritores que nos han inspirado con sus textos. Con motivo
del próximo 23 de abril os queremos hacer llegar estos relatos que como este de
"Una estrella colgada del techo", nos permiten acordarnos con
nostalgia de la infancia..
UNA ESTRELLA
COLGADA DEL TECHO
La papelería que estaba debajo de mi casa, en la
acera del bloque de viviendas en que vivía, se llamaba Pinocho. Hoy ya no
existe. Después de ver en el cine La guerra de las galaxias compré ahí un par
de cartulinas grandes y negras porque me propuse hacer una reproducción de la
Estrella de la Muerte, la nave espacial en que vivía Darth Vader. Realmente más
que una nave espacial venía a ser una especie de planeta artificial, con su
forma esférica y sus luces y sus sombras. Era una nave en la que podía haber
días y noches. Emitía, a la vez, una luz propia, que se dejaba ver a través de
sus vanos. Desde que dejé la adolescencia no he vuelto a ser seguidor de
aquella saga, pero entonces fui de los que se quedó deslumbrado por aquellos
combates estelares, y con mi amigo Carlos Lera dábamos vueltas a la idea de
fabricar reproducciones de naves espaciales y rodar un cortometraje de ciencia
ficción con ellas. Habría que colgar de hilo de pescar las nuevas naves y,
apagadas las luces de la habitación, conseguir efectos veraces. Carlos y yo
hablamos mucho de ello durante varias semanas, pero al final apenas llevamos
nada a la práctica. Por mi parte llegué a acabar mi versión de la Estrella de
la Muerte, que hasta que fui a la universidad se quedó acumulando polvo encima
de un armario. El caso es que aquella nave de cartulina pudo haber sido
ciertamente para mí la de la Muerte, porque me electrocuté una de las veces en
que traté de encenderla. Entró mi madre en mi habitación y me encontró
asustado, con la quemadura en los dedos que dejó mi breve e intenso viaje
intergaláctico, por así llamarlo.
Como no sabía hacer una esfera con cartulina,
hice un poliedro que la emulase. Con una aguja de mi madre fui después haciendo
filas de perforaciones, de modo que cuando la luz de una bombilla se encendiese
en el interior, pareciese una verdadera ciudad flotante. Utilicé diferentes
tonos de papel de celofán como filtros interiores de la luz. Una vez terminada,
la colgué de la lámpara de araña de mi habitación, bajé la persiana para que la
oscuridad fuese completa e introduje los cables en el enchufe. ¡Me pareció que
no había quedado nada mal! No sé si Carlos la llegó a ver, pero sí me acuerdo
de que a mi amigo Juan Manuel Martínez, una de las veces en que vino a casa,
también le produjo una gran impresión.
Lo cierto es que la ciencia ficción permitía evadirse a la velocidad de
la luz de la realidad en que entonces vivíamos. En la ciencia ficción no
existían los domingos. A oscuras, con la persiana y la puerta cerradas, aquel
astro artificial era lo único verdadero y visible, y mientras permanecía
tumbado en el suelo con la vista puesta en sus destellos era como estar
pilotando una nave a su alrededor. No importaba, realmente, que en la ficción
fuese la morada del hombre que encarnaba el mal, porque, de algún modo, a
nuestros ojos de entonces lo que nos rodeaba era peor. Quizá a los
norteamericanos la ciencia ficción les permitiese viajar a otros universos,
pero se puede decir que a nosotros adonde nos llevaba era a Norteamérica.
Encender la luz del interruptor era regresar a la colcha de ganchillo que había
tejido mi abuela en el pueblo y a la moldura postiza de un armario comprado en
la tienda de muebles de nuestra pequeña ciudad.
Después de que recibiese la sacudida eléctrica
por manejar los cables en la oscuridad, mi Estrella de la Muerte fue a parar,
como ya he dicho, a lo alto de un armario. Ahí acabó aplastada por los libros
viejos de texto y otros juegos que dejé de usar, como mi microscopio. Sin duda,
fue ese microscopio el aparato al que más tiempo dediqué en esos años. Sobre el
armario, pues, quedaban en síntesis las dos dimensiones de una huida propia de
aquella edad: la de lo microscópico y la de los espacios estelares. Era como si
la escala real de las cosas no pudiese tener interés alguno. En casa de Carlos
compraban tartas los domingos, después de misa. Pasó mucho tiempo hasta que él
y yo dejásemos de concebir cascos de escafandras con las cajas articuladas
donde venían envueltas.
Me fui pronto de la casa de mis padres. Desde
entonces vivo, por así decirlo, en la Estrella de la Muerte, donde procuro que
mi corazón no se cierre a las fuerzas del bien.
ISMAEL GRASA
domingo, 10 de marzo de 2013
DIA DE LA MUJER
Hola chicas ¡¡¡que tarde pasamos el día de la mujer,la verdad es que Hablemos de sexo 2ª parte ha sido todo un éxito ¿ como no? ¿ a quien no le amarga un dulce?. Es ahí, juntas, cuando de verdad nos damos cuenta que todas somos iguales que todas tenemos las mismas inquietudes, que ,¡¡ todas tenemos problemas¡¡¡,hoy hemos aprendido algo mas, que el sexo no es como en las películas, chica guapa hace el amor con chico guapo y que siempre sale bien ¡¡¡que siempre es maravilloso¡¡, pues no, señoras mías algunas veces sale bien, otras mal ,otras ,MARAVILLOSAMENTE BIEN, otras maravillosamente mal regular, en fin, que somos humanos y que nada es perfecto. También el sexo se aprende, ¿ quien nos enseña?, los libros, vienen bien, pero a caminar, se aprende andando, pues el sexo igual.Es maravilloso aprender con la persona que amas,decirle que te gusta y compartir esos momentos de intimidad tan entrañables, todo es sensual, da lo mismo hacer el amor o no, una mirada, una caricia, un compartir, cuando te vas a la cama y te pasa el brazo por detrás de la nuca y te dice cuéntame, que te pasa ,eso es AMOR con mayúsculas y sobre, todo que pase el tiempo y que sigamos envejeciendo juntos, que a todos, nos cuelga algo, que a todos ,nos salen michelines, arrugas ,ojeras, y REÍRTE de todo eso, porque al fin y al cabo estas con quien quieres estar. Si pudiéramos transmitir todo esto a nuestros hij@s seria fantástico pero ¿ quieren ell@s hablar con los padres de sexo?. Pero, si podemos quererlos, besarlos, ser afectuosos con ellos, abrazarlos,una mirada de complicidad, un guiño, eso es también amor y también, sensualidad, si les enseñamos a ser tiernos y afectuosos, alguien nos lo agradecerá .¿ Acaso no nos gusta la ternura, eso se enseña desde casa y desde el amor.A veces no es fácil, demostrar nuestros sentimientos es difícil, pasar la barrera, pero cuando lo hemos hecho la satisfacción, es tan grande ,que nos desborda el corazón Probemos, a ser cariñosos tiernos y sensuales, el resultado ES GENIAL¡¡¡.
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